Sara Carbonero recuerda cómo vivieron sus hijos su lucha contra el cáncer: “El colmo de los colmos”
Tiempo de lectura: 2’
Sara Carbonero se enfrentó hace 5 años a un cáncer de ovario que le cambió la vida por completo. La periodista vivió una etapa de lo más complicada pero que le hizo aún más fuerte, en parte gracias al apoyo de su familia y amigos. Especialmente sus dos hijos, Martín y Lucas, que fueron fundamentales en su proceso de recuperación y gracias a ellos consiguió sonreír cuando más le faltaban las fuerzas.
Y precisamente ahora ha querido recordar cómo vivió aquellos momentos tan duros junto a varias fotografías que se ha hecho frente al espejo para probar unas luces nuevas. “Que si un ojo bizco, que si muy seria, la mirada melancólica, que si te sonríes mucho a ti misma es muy forzado. Lejos de la frivolidad que pueda parecer, yo cuando me miro al espejo,lo hago para tomar conciencia de mí misma, lo utilizo como herramienta clave para mejorar mi autoestima”, ha explicado.
Sara Carbonero recuerda su lucha contra el cáncer
“Por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno”, ha expresado Sara Carbonero en sus redes sociales. La periodista ha recordado el momento en que acabó su último ciclo de quimioterapia: “yo estaba en la cama, sin poder moverme y mi hijo mayor se tumbó conmigo”. Y es que sus hijos fueron parte fundamental en su proceso de recuperación.
“Después de mirarme detenidamente muy raro me dijo: “Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú”. Yo por entonces, precisamente por no mirarme, ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro”, ha recordado la presentadora. Y en ese momento le respondió a su hijo que tampoco tenía pestañas, y que solo le quedaba una única superviviente: “¡Una! ¡Las más valiente!!”, le dijo.
El apoyo fundamental de los hijos de Sara Carbonero
Esa pestaña que le quedaba estuvo en peligro porque su hijo Intentó arrancársela “por supuesto, muerto de risa y empezamos una guerra de almohadas y después, a otra cosa”. Una conversación que tiene grabada en su corazón para siempre y que nunca olvidará por la inocencia de los niños que le hizo sonreír. “La tengo grabada como muchas otras incómodas, en las que gracias a su capacidad de adaptación fue todo menos traumático”. Y es que a día de hoy cuentan orgullosos a sus amigos que su madre tuvo el pelo como un chico. “El día que me vieron así por primera vez, les llevé unos puzzles para desviar su atención, como me dijo la psicóloga. Pero no resultó, como dice la canción: No quitaron sus ojos de mí, corriendo incluso alguna tímida lágrima por sus mejillas”, ha recordado. “Luego, empezamos a buscar fotos de actrices y cantantes monísimas con pelo corto y nos pusimos con el puzzle. Las carcajadas llegaron cuando en ese mismo verano salía en la tele un anuncio de champú que grabé meses antes con mi larga cabellera meneándola para delante y para detrás. El colmo de los colmos. Esto sirvió para que los enanos me imitaran y me animaran: “Ya pronto volverás a hacerlo, mamá”. “Y además, ya no tendrás las cejas grises””, ha concluido, recordando algunas de esas conversaciones que tuvo con sus hijos cuando estaba enferma y más necesitaba evadirse del mundo real y reírse.
Relacionados
