Un estudio revela la razón por la que escuchamos música triste cuando no nos sentimos bien

Las personas solemos acompañar nuestra vida con música. Ir a trabajar, en el gimnasio o estudiando, cada uno elige las canciones mejor adaptadas para la situación en la que se encuentra. Esto también lo hacemos cuando estamos tristes. Algo muy común es que, cuando no nos sentimos bien, recurramos a oír sencillos que alimentan esa sensación. Sin embargo, nos asalta una pregunta, ¿por qué hacemos eso? A efectos prácticos, lo único que hacemos es hundirnos más.

A Joshua Knobe también se le pasó por la cabeza esta cuestión, así que este psicólogo y filósofo de la Universidad de Yale se lanzó a investigarlo. “Sentí que ahí había algo importante, algo con valor” dijo sobre cómo se lanzó a ello.

Ha sido en una entrevista para el medio Newtral, donde el estadounidense ha desgranado lo más destacable de su extenso trabajo. La conclusión principal del proyecto sería que nos gusta la música triste como nos gusta escuchar las penurias de los demás. “Imagina que hablas con una amiga y ella te cuenta algunas de sus últimas angustias¿Cómo te sentirías? Probablemente sentirías empatía por lo mal que lo está pasando. Pero no es lo único. También te sentirías más cerca de tu amiga. Te ha elegido. Acude a ti con sus problemas y no a otra persona. Está construyendo una conexión más cercana”.

“Si te encuentras bajo las garras de la desesperación o la angustia, es posible que te sientas fatal, sí, pero lo que sientes te acercará a los demás”. De esta manera, se clarifica un poco más la relación entre músico y oyente. Cuando el primero canta algo triste, está mostrando sus sentimientos al segundo, acercándolos mucho más, en una relación más empática.

“Sentir la tristeza de otra persona puede conmoverte de alguna manera prosocial”. Al igual que con una conversación triste, “El valor de tales conversaciones no radica en hacer que cada interlocutor termine triste (¡ya estábamos tristes!), sino en expresar nuestra tristeza el uno al otro”. Así, llegamos a la conclusión de que, lo que intentamos al escuchar música triste es sentirnos acompañados, buscando a un igual en nuestro artista favorito.

???? Desde Aristóteles, nos preguntamos por qué nos gusta la #música triste.

El último estudio lo liga a la empatía, pero hay algo más.

¿Existe la canción triste perfecta y universal? https://t.co/JBv0tXvaew

— Newtral (@Newtral) June 18, 2023

La música en tiempos de crisis

Otro estudio, en este caso de una universidad española, más concretamente la Universidad de Alcalá (UAH), se centró en relacionar la música que escuchamos con los tiempos de crisis. Para ello, utilizaron herramientas de Inteligencia Artificial (IA) para estudiar estos comportamientos en épocas de recesión, buscando una relación entre las crisis económicas mundiales y la aparición de canciones alegres en el ranking Billboard Top 100.

Establecer si una canción es alegre o triste depende de unos factores muy subjetivos. Por ello, la investigación liderada por el catedrático Marco Palomeque recurrió a varias herramientas para definir numéricamente la positividad de sonidos y letras. Una de ellas es VADER, un modelo analítico utilizado para contabilizar en positividad las palabras de las letras musicales. Así se consigue numerar algo tan ambiguo como la alegría.

Gracias a varias técnicas y a recopilar todas las canciones que han aparecido en Billboard Top 100 desde su creación, la publicación ha concluido que, en tiempos de aumento de índices como el desempleo o la inflación, nuestras preferencias musicales cambian. ¿Tú has notado esto?