Rafa Nadal y su impactante confesión sobre la paternidad: "Me ha cambiado para mal, pero en la vida..."

Ha empezado fuerte la nueva temporada de 'El Hormiguero'. Muy fuerte. Tanto como para sentar a Rafa Nadal en su silla. Era este lunes, cuando hablaba de cómo fue su paso fugaz por la Villa Olímpica en París, de todas esas lesiones que ha arrastrado últimamente y, aunque no sea de esos a los que les guste entrar en detalles de lo que pasa de puertas para dentro de casa, alguna que otra pincelada sobre la paternidad ha dado. Porque si hay algo que no puede esconder es la sonrisa de orgullo que le sale cuando habla de ese hijo que tiene en común con Xisca Perelló.

Era en octubre de 2022 cuando llegaba el pequeño a la familia y, como explica, entre bromas, el propio deportista, ya le ha dejado caer que, desde que nació, su carrera no ha sido como era antes: "Yo se lo digo a mi hijo que ya dice alguna cosa, yo le digo que 'papá una patata' porque desde que ha llegado no hemos ganado casi ningún partido". Tras esta broma, añade: "Me ha cambiado para mal, pero en la vida me ha cambiado para bien, porque he perdido y he estado lesionado, pero llegar a casa y verle me cambia el humor". Una reflexión de esas tras las que se esconde la realidad de cómo es como padre uno de los nombres más importantes de la historia del deporte español de todos los tiempos.

Sus críticas palabras sobre la Villa Olímpica

Quien haya estado pendiente de la actualidad olímpica, por poco que haya sido, habrá visto críticas y quejas de todos los tipos de deportistas de diferentes países sobre la comodidad -o más bien incomodidad- de la Villa Olímpica en París. "Es completamente diferente a lo que nosotros estamos acostumbrados. A nivel comodidad y descanso es peor que cualquier torneo en el que jugamos. Pero si vas a unos Juegos Olímpicos te tienes que quedar en la Villa Olímpica", eran las palabras del mallorquín sobre uno de los puntos candentes de la conversación con un Pablo Motos que ha cambiado la camisa blanca a la que nos tenía acostumbrados, dándole un suave toque de color a su indumentaria.

También se refería a ese momentazo que vivió con la antorcha olímpica en la capital francesa: "Estoy muy agradecido a París por haberme dejado vivir ese momento, haberme regalado algo que yo creo que es para el resto de mi vida. Y aparte, en el momento y en el lugar que fue. Disfruté el momento y lo aprecié porque es algo único que no vuelve. La verdad es que estoy muy agradecido a Francia y a París".

Y, en cuanto a las supersticiones, ¿tiene o no una leyenda viva del tenis mundial manías relacionadas con los rituales previos y durante el partido? "No, la verdad es que la gente puede creer que tengo muchas supersticiones por lo que me ven a hacer en la pista, donde sí que tengo unas rutinas muy marcadas, pero ahí se quedan. Fuera sí tengo muchas supersticiones, pero bueno, es un honor estar aquí en vuestro primer programa, me hace mucha ilusión. Para mí también todas las nuevas temporadas son motivo de nervios, siempre están las dudas del comienzo, pero creo que vosotros lo tenéis todo bastante controlado", era la respuesta que ofrecía.