Alberto Chicote comparte el secreto de su matrimonio con Inma Núñez: “Parece que no discutimos pero…”

Alberto Chicote ha acudido esta semana al plató de ‘Y ahora Sonsoles’, concediendo una de sus entrevistas más sinceras hasta el momento. Al hacer balance de su vida profesional y personal, hay un nombre que se repite en ambas facetas, y es que su mujer Inma Núñez también es su socia y la persona que está siempre a su lado en el día a día. Ambos se conocieron hace ya dos décadas trabajando juntos y desde entonces se convirtieron en inseparables, formando un equipo indestructible.

“Parece que no discutimos pero en verdad tenemos muchas veces diferentes puntos de vista de las cosas que hacemos, pero eso nunca lo haremos delante de todo el mundo”, ha dejado claro el chef. “Discutimos por nuestra cuenta, llegamos a un punto de acuerdo y eso es lo que defendemos delante de todo el mundo”, ha dicho, dejando claro que ninguno de sus empleados puede engañarle diciendo que su mujer ha opinado algo que él sabe que sería imposible.

El gran equipo que forman Chicote y su mujer Inma

“Nos conocimos trabajando, no hemos hecho más que trabajar juntos, y ahora, pues más todavía. Ella es la que está siempre al frente del restaurante 24-7. Bueno no, porque descansamos también, y yo voy y vengo, pero si no estoy grabando, estoy siempre donde está, y no sé, no se me ocurre un lugar mejor para estar nunca”, ha dejado claro el cocinero en esta entrevista con Sonsoles Ónega.

“Estoy con mi familia, estoy en mi casa, y estoy haciendo lo que me gusta”, ha añadido Alberto Chicote. “Se te pone una cara de enamorado, Inma, loquito lo tienes”, ha expresado la presentadora. “Ya lo sabe, lo sabe por muchas cosas, pero sobre todo porque me preocupo mucho de decírselo, no quiero que un día diga: ‘me quedé un te quiero por decir’. ¿Te imaginas?, terrible ¿no? Digo y procuro demostrar, pues todo, y me hace sentir bien a mí también”, ha explicado.

Así conquistó Chicote a su mujer Inma

Además, Chicote ha recordado cómo consiguió conquistar a Inma, que como era de esperar, fue por el estómago. Y es que le iba dejando rosquillas y otros dulces en el pomo de la puerta de su coche, aprovechando sus mensajes de agradecimiento para entablar una conversación con ella. “Le hacía una ilusión… porque claro, tú llegas, después de todo el día currando. Llegabas al coche y vas a tirar de la manilla. Y había una galletita. Y además, sorprendentemente, nunca nadie le quitó ni una galleta”, ha comentado el chef. “Y siempre, cuando llegaba a casa, me encontraba un mensajito de muchas gracias. Bueno, el muchas gracias fue al principio, luego ya la cosa fue cogiendo más sentido”, ha dicho entre risas. “Claro, claro. Es un romántico ese señor. Se nota, y además se nota en todo lo que hace”, ha concluido Sonsoles Ónega.