La nostalgia de Sara Carbonero al volver al pasado: “La vida solo dura un estribillo”
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Hace unos días salió a la luz la noticia de la ruptura de Sara Carbonero y Nacho Taboada tras dos años juntos, pero parece ser que no es real. Así se lo ha confirmado la propia protagonista a Gema López, que ha dado a conocer sus declaraciones en ‘Espejo público’. "Hemos logrado reconducir, ajustar, nos queremos, queremos seguir juntos y los planes que teníamos de futuro, aunque durante un tiempo ha habido que aparcarlos, queremos seguir llevándolos a cabo", explicó.
Y es que después de vivir un pequeño bache, parece que han logrado reconducir su relación y están muy felices juntos. Aunque la presentadora está completamente volcada en su familia, disfrutando de unas vacaciones con sus dos hijos en las que se ha encontrado un auténtico tesoro al ordenar carpetas en casa. Un tesoro que ha querido mostrarnos y que ha llegado acompañado de una valiosa reflexión final.
Sara Carbonero se pone nostálgica
“Una de mis fotos preferidas de siempre que ha aparecido ordenando carpetas. Acabábamos de llegar a Porto. Nueve años ya”, ha explicado Sara Carbonero junto a esta imagen en la que aparece su hijo Martín cuando tenía apenas 2 años. “No conocíamos prácticamente a nadie y fuimos con unos amigos que terminaron siendo familia a un parque en la ciudad”, ha continuado.
“Recuerdo perfectamente el momento en el que capté este instante. La vida solo dura un estribillo, leo por ahí estos días. Pongamos el foco en lo que de verdad importa y no perdamos nunca la capacidad de asombrarnos ni las ganas de aprender”, ha reflexionando. Unas palabras que le han agradecido mucho sus seguidores, que siempre aprenden mucho de todo lo que cuenta, igual que hicieron hace unas semanas cuando viajó hasta Panamá para vivir una experiencia única de la mano de Unicef.
El viaje que ha cambiado la vida de Sara Carbonero
"Vamos con todo, camino de conocer una realdiad terriblemente dura y sobrecogedora. Necesaria de contar y plasmar en imágenes. Sé que será un viaje difícil, tanto física como emocionalmente. Ojalá sirva para remover conciencias", expresó Sara Carbonero hace unas semanas antes de emprender este viaje tan complicado a Panamá. "Esto te lo pueden contar, pero no te haces una idea real hasta que lo vives. Cientos de familias atraviesan la selva del Darién con toda una vida a sus espaldas, buscando un futuro mejor. Cuando llegan a Lajas Blancas, donde nos encontramos, están exhaustos, algunos enfermos y muchos con miedo", comentó también con el corazón sobrecogido. "No puedo describir (porque no hay mucho tiempo ahora, ni muchas fuerzas), las decenas de historias personales que me dejaron el corazón helado. Las miradas que se te clavan pidiendo ayuda. Las sonrisas de oreja a oreja de los más pequeños al hablarles de mis niños. Qué injusto todo. Qué rabia", dijo también.
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