C. Tangana presenta 'Esta ambición desmedida': "Me gusta ponerme en situaciones incómodas"

El artista tiene lista la cinta para su estreno en cines este jueves, 26 de octubre. Así ha sido todo el proceso de mostrar lo que hay detrás de una gira
C. Tangana presenta 'Esa ambición desmedida', un documental para cerrar la etapa de El Madrileño
Cordon Press

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Estamos a dos días de que 'Esta ambición desmedida' llegue a los cines. O lo que es lo mismo, de que C.Tangana llegue con todos los entresijos de 'El Madrileño' a la gran pantalla. Bajo la dirección de Cris Trenas, Santos Bacana y Rogelio González, de Little Spain, muestra todo lo que rodea a esa puesta en pie de un trabajo que fue, además, una vuelta de tuerca a su identidad artística. Casi dos horas de metraje en los que se ven las alegrías y las penas que hay detrás de una producción de esta magnitud. En la mañana de este lunes, en el hotel Urso de Madrid, los cuatro se ponían delante de la prensa para hablar de todas las inquietudes que podía haber generado el visionado de la cinta.

"Prefiero la vida normal que de escenario y que soy muy distinto, aunque 'El Madrileño' ha hecho que sea más parecido. Pero sí te vuelves un poco loco, el escenario te pone un poco loco. La atención de tanta gente, te vuelve un poco loco", eran las primeras palabras que salían de la boca de Antón Álvarez -porque no podemos olvidarnos que ese es el nombre real tras el que se esconde el del artista: Crema en su primer etapa, C. Tangana en esta segunda-. Y precisamente de eso, de qué estaría más orgulloso Crema si mirase por un agujerito todo lo conseguido por C. Tangana, era de lo siguiente de lo que hablaba.

"Yo creo que de lo que más orgulloso me sentiría si hubiese visto el futuro, con 16 años, sería de las composiciones, de las letras. De tener una capacidad real para no meter un montón de paja que parezca que estás diciendo algo importante, sino realmente conseguir decir cosas valiosas o emocionanates. Que creo que ha sido mi trabajo. Yo cuando escucho lo que hacía con Crema, le encuentro el valor, pero... Para mí es lo más pretencioso que he hecho nunca, a pesar de ser lo más austero, pero, realmente, hay mucho palabrerío para decir poco. Y creo que si hubiera escuchado cómo escribo ahora y las composiciones, diría: 'Guau'", reflexionaba.

Sin el futuro claro

Parecía tenerlo más claro que los próximos pasos a dar a nivel profesional: ¿música? ¿cine? "No lo sé, la verdad. No sé qué voy a hacer", decía con mucho titubeo y antes de argumentar todo con esa serenidad con la que levanta sus discursos: "Sigo teniendo mucha ambición creativa, no me voy a estar quieto, pero no tengo la ruta marcada ahora mismo. Desde luego, en los últimos meses, el último año, he estado muy implicado con Little Spain en un montón de proyectos que no son este, y por ahí se vienen muchas cosas. Respecto de la música, ahora mismo y en línea de lo que decía Santos de que esto es como una especia de último cpaítulo de 'El Madrileño', me siento un poco huérfano. Como que no estoy sosteniendo ningún proyecto. Me siento un poco huérfano de un álbum, de algo que me represente, que esté más actualizado". Terminaba con algo real, pero que hacía despertar risas entre los medios presentes en la sala: "No sé y, además, cambio de opinión cada semana, así que todo lo que te prometiese sería mentira".




"Complejo e inseguridad sigo teniendo de todo lo que hago. También trato de ponerme en un lugar de inseguridad. Trato de no quedarme en el sitio en el que ya sé que hago las cosas bien. Pero sí que ha cambiado, completamente. Creo que el disco 'El Madrileño' ya sí que da una opinión más generalizada de que mi propuesta no es como se nos veía antes. Y crei que, en general, la música urbana también durante los últimos años no es como cuando Ídolo. Yo me acuerdo de cómo se referían a la escena urbana y creo que todo eso ha cambiado definitivamente", se continuaba sincerando.

Como también lo hacía en ese sentido de si ha conseguido que la persona que es bajo el escenario y el personaje que vemos encima, hayan entrado en comunión: "Abrazo un poco la locura, lo que pasa es que la gira, para cualquier artista que lo haga, es lo que más te desequilibra en todos los sentidos. Porque es un estilo de vida que te invita a perder los papeles y a no estar asentado en ningún sitio, no tener las referencias de siempre... Pero a mí me gusta ponerme en situaciones incómodas, tendré que aprender a lidiar con ello, porque soy yo el que se mete en los problemas".

Sopesar las responsabilidades

¿Es el documental una 'tragedia' que ha merecido la pena? Porque no debemos olvidar que, en uno de los fragmentos, se ve claramente cómo hay un momento de tensión por todo ese dinero perdido con el espectáculo: "Sí, ha merecido la pena. El documental merece la pena en sí mismo, para mí, como un gran paso de Little Spain como productora: de un formato corto, que era lo que hacíamos y seguimos haciendo -publicidad, videoclips...- hasta ser capaces de meternos con una película e, incluso con una serie. Ya somos capaces de vernos haciendo lo que queramos. Eso ha sido un éxito. Y la gira, en concreto, para mí ha sido un éxito porque consideraba que mis conciertos no eran una expresión cultural, ni eran arte... Era una fiesta, que está muy bien hacer fiestas, aunque mi ambición era ir más allá. Yo quería ser un 'performer'. Eso me ha cambiado, me ha puesto en un sitio que yo me siento orgulloso. Creo que es una experiencia artística, que te puedes emocionar y sorprenderte y llorar. Como ir a ver una pelo".

Eso sí, tiene claro que merece la pena dejar de ganar dinero por un buen 'show': "Creo que la responsabilidad de un artista es, precisamente, cuando tienes estas posibilidades. El otro día lo decía, que, en el fondo, aunque parezca que no aprovechar financieramente una situación, en el fondo es un lujo como artista poder montar este pollo. Es como un lujo que te das a ti y al resto, supongo que también se lo das, porque esto no te va a pasar siempre. Yo, con 20 años, no podía montar este 'show'. Y nunca sabes lo que te va a pasar en el futuro. A lo mejor mi próximo disco es una mierda y no puedo volver a montar ese pollo. Siempre merece la pena y creo que la responsabilidad artística está ahí: en hacer algo que merezca la pena con lo que tienes. Con la atención que tienes, con el público que tienes, con todo lo que tienes a tu alcance llevarlo al máximo".

"El Madrileño es una crisis de los 30", era una de las últimas sentencias antes de salir por la misma puerta por la que habían entrado, pero habiendo despejado muchas dudas para entender, en su totalidad, el úñtimo capítulo. Ese con el que dar carpetazo a la etapa de El Madrileño.

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