Alejandro Sanz conquista Madrid y cumple la misión más importante de su carrera con sus fans como testigos

Todo lo bueno se hace esperar, y Alejandro Sanz, en lo suyo, es el mejor. Pasaban unos minutos de las 21:30h daba inicio uno de los conciertos más especiales. "Soy el hijo de María y de Jesús: la de Alcalá y el de Algeciras. Yo el más pequeño de dos", se empezaba a escuchar mientras el público del Wizink Center enloquecía. En ese momento los músicos empezaban a tocar -y ¡qué músicos!- un 'mashup' de los himnos de Alejandro Sanz que sirvieron como preludio de una noche para recordar.

Sale Alejandro. Las pancartas inundan el Palacio de los Deportes y él, con su traje de color azul verdoso con camiseta negra y zapatillas blancas con sus típicas gafas, empezó a cantar 'No es lo mismo', para después seguir con 'Deja que te bese' y 'Alma al aire'. La sucesión de números 1 era imparable. Todas y cada una de las canciones fueron coreadas por igual. En todas parecía que se fuera a caer el Wizink Center de lo entregado que estaba el público.

"Tengo muchas cosas para ustedes, muchas", avisaba el cantante de lo que iba a ser una gran noche. "Gracias por los carteles, por el cariño. Tengo una misión. Quizá la más importante de mi carrera. Hoy está alguien aquí celebrando su cumpleaños y su única ilusión era que ustedes le canten el 'cumpleaños feliz'. Se trata de mi hija Alma", decía el cantante mientras aparecía la pequeña de 11 años. 17.453 personas empezaron a entonar esa canción que le hacía tan feliz a la hija del intérprete de 'Más'. La pequeña que no se creía lo que estababa viviendo cogió el micrófono y quiso dar las gracias a todos los que se encontraban en el lugar: "Gracias por querer a mi padre y apoyarlo". Un mensaje que, junto a la emoción del momento y el mal momento por el que Sanz ha confesado estar pasando, hizo que sus fans soltaran alguna que otra lágrima. Alma se quedó en el escenario, abrazada a su padre que le dedicó 'Mi persona favorita'.

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Continúan las sorpresas

Pero las sorpresas no acaban ahí, después de entonar 'Desde cuando', Alejandro anunciaba una nueva sorpresa. "Tiene una forma de entender la música tan pura, tan profesional y con tanto talento... Va a ser la primera vez que cantamos juntos en un escenario. Es una noche muy especial para mí". Las miradas de dudas se apoderaron de sus fans "¿quién será?", se podía escuchar, aunque las duda se disaron muy pronto cuando Nathy Peluso apareció por el lateral del escenario cantando 'Quisiera ser el aire', una de las canciones más queridas del madrileño y que la artista argentina terminó con una frase de agradecimiento por la invitación.

El concierto sigue, cómo no, lleno de números 1 entre los que se encunetran 'La fuerza del corazón', 'Cuando nadie me ve' y una versión de 'Contigo', una de las canciones más especiales de Joaquín Sabina.

"Nos pasamos la vida buscándo paraísos y, a veces, estamos a un paso. Ahí es a donde vamos a avanzar", decía Alejandro para tranquilizar a sus fans después de los duros momentos que ha pasado y que han estado a punto de obligarle a suspender la gira.

Y, cómo no, entre canción y canción el público de las primeras filas no dejó ni un momento de tirarle regalos al escenario, entre los que se encontraba una camiseta de Argentina con la tercera estrella, que él después de darles un beso los tiraba otra vez al público como si de un torero se tratase. Devolvió todos menos uno, un pequeño conejo de peluche que dejó sentado encima del piano mientras terminaba el tema.

"Para terminar mi concierto queríamos hacer algo muy especial", decía Alejandro para presentar a la Fundación Alalá que apuestan por la integración, en este caso, con las personas del barrio de las 3.000 viviendas de Sevilla y que cantaron 'Corazón partio' y que consiguieron que el Wizink entero puso en pie para ovacionarles.

Dani Martín vuelve a los escenarios

Continuaron los 'bises' y llegó la última sorpresa -pero no menos importante- del concierto. Dani Martín aparecía para cantar 'Vivir deprisa', mientras el público enloquecía. Con su mechón azul el intérprete de 'Que bonita la vida', volvió a un escenario después de su parón. Tras este subidón de energía, Sanz se sentaba en su piano para deleitarnos con su 'Lo ves' y terminar el concierto diciendo: "Viva la vida, viva la música y viva Madrid".