Manuel Carrasco y la confesión sobre el 'miedo escénico' que sigue padeciendo: "Me dan ganas de vomitar"
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Es uno de los artistas españoles con mayor relevancia en estos momentos. No obstante, Manuel Carrasco ha sido el primer artista nacional en subirse al escenario del estadio Santiago Bernabéu. No solo eso, sino que lo hacía meses después de haber colgado el cartel de 'sold out', y ofreciendo uno de esos espectáculos que serán recordados para siempre por los asistentes. Casi tres horas a través de las que repasar toda la carrera de una voz que es parte de la mejor variedad musical de CADENA 100 y de un artista que lleva nada menos que dos décadas en una industria muy exigente.
Dicho esto, situándonos en el momento en medio del que se encuentra, de lo que venimos a hablar es de esa entrevista que le han realizado en la revista 'GQ' y a través de la que se subraya esa tremenda naturalidad que atesora Manuel. Porque, a pesar de llenar estadios con una música a la que ha sabido dotar de una seña de indentidad, sigue siendo aquel muchacho que fantaseaba con cantar desde su Isla Cristina, en Huelva.
Las claves para mantener los pies en el suelo
A lo largo de esta charla, hace una confesión sobre esos nervios que le entran cuando tiene que enfrentarse a esos miles de personas. Tanto como para entrarle algo por el estómago ante lo que lucha para no terminar echando hasta la primera papilla. "Que no se te vaya la pinza es fundamental. Me voy al lado contrario del éxito de manera natural. Bajo del escenario y no vivo una vida de estrella. Hasta antes de subir, me dan ganas de vomitar de los nervios que tengo, el escenario es el sitio en el que menos natural me veo, necesito hacer una transformación: eso que sucede ahí arriba, esa persona que veis, solo existe aquí entre músicos y focos. Mi vida no es así", explica.
Acto seguido, da la clave para que no se le haya ido la cabeza a pesar de ese momento de fama que le rodea. Lo tiene muy claro: "Tú tienes que estar fuerte y por encima de todo lo que te venga. Te voy a poner un ejemplo, parece una tontería pero no lo es. El tío que se sube al escenario, pero luego no es capaz de ir al supermercado... es raro, ¿no? Eso no está bien equilibrado, compadre. A lo mejor quiere ir, pero piensa que no cuadra, yo lo he visto muchas veces. Dios mío, qué ladrillazo tienes, ¡si no hay nada más bonito que ir a comprar tú las aceitunas!".
La esencial del Manuel niño
Y todo ello se debe a la educación que ha recibido y a saber mantener la esencia de ese Carrasco niño: "Estoy seguro de que mi manera de trabajar viene porque me he criado así. Mi infancia está llena de intentar hacer las cosas desde un lugar no privilegiado. La gente me decía: a ti no te toca esto, esto no es para ti, tú vienes de un barrio y un entorno donde todo esto no sucede. Lo tengo muy clavado, y lo canto siempre que puedo, cada vez más”.
"La infancia nos marca muchísimo, para lo bueno y para lo malo, está grabada a fuego. La gente me dice: 'Vas a llenar el Bernabéup..., pero joder, es que te vas del escenario y eres otro, tienes tu mundo personal donde eso no significa nada. Yo vengo de esa infancia humilde que mezcla las inseguridades con las ganas", añade una de las voces españolas que más triunfa, en estos momentos, también fuera de nuestras fronteras.
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