Lorena Gómez y la fidelidad a los 'shows' en vivo para amantes de la música sin el artificio tecnológico

En el panorama de directos musicales ante el que nos encontramos ahora mismo, a mitad de un 2024 que ha venido muy fuerte, nos encontramos dos tipos de 'shows'. Esos en los que hay mucha mano puesta en la tecnología, los sonidos prefabricados y en los prima el juego de luces que maneja al asistente como su fuese una polilla y en los que, a quien encontramos sobre el escenario es una suerte de Lola Flores: "Ni canta ni baila, pero no se la pierdan" -lo que la chavalada llama ahora FOMO, 'fear of missing out' o el temor a no estar para poder compartirlo en las redes sociales y generar un universo artificial-. En el otro extremo, se halla la autenticidad, la fidelidad al sonido de una misma y el no necesitar nada más que tirar de ese instrumento que se tiene en la garganta.

Para el primero de los grupos no daremos nombres, por no herir susceptibilidades dentro de la industria. Para el segundo, tenemos un ejemplo tan reciente como lo que sucedió en la noche de este miércoles en la localidad granadina de Almuñécar, con Lorena Gómez como exponente de un 'show' en vivo de los que honran a los que nos gusta la pureza de la música. Era la caseta oficial de sus fiestas la que aglutinaba a cientos de personas alrededor de esa nueva parada de la gira 'Me vuelvo a la vida'. Un público entregado a los temas que dan forma al disco homónimo al de este 'tour' que, el próximo 30 de agosto, haré parada en Palencia.

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Un recorrido por los 'must' de su repertorio

¿Cómo se puede devolver ese cariño y entrega? Pues con lo mismo. Y en una dosis mayor, porque si algo tiene, más allá del don de la garganta que no le falla en las noches más especiales, es la entrega. Esa que le lleva a arrancar con un 'Me vuelvo a la vida' que es el corazón de la puesta en escena y que remata con otra de las piezas claves del 'tracklist', 'El peón y la reina' -corona de espinas incluida para dar el toque perfecto al cambio de vestuario-. Un recorrido a través de las emociones plasmadas en el álbum de estudio más importante de su carrera y, a la vez, con pequeñas pinceladas del pasado de su repertorio, sin dejarse esos temas nuevos a los que ha dado forma y lanzado en estos casi 10 meses desde que el disco llegara a las plataformas digitales.

Lorena disfrutaba, de nuevo, de ese calor que le brindaba el público, hasta el punto de tirarse sobre las tablas del escenario -también con ese momento más íntimo sentada al borde del escenario- en un ejercicio de compromiso no solo con lo que hace, sino con quienes suponen el soporte básico y fundamental para que la rueda siga girando: quienes están presentes en los bolos y, además, dan al 'play' cada vez que hay una novedad de repertorio. La más reciente, también presente en ese 'setlist' que se había preparado, con 'Combatir el dolor', 'Ganas tú' o 'De otro planeta' entre los 'must' a través de los que navegar por su talento.

Hablamos de 'Iguales y diferentes', esa salsa de la mano del dúo cubano Gente de Zona. De hecho, al lado de Alexander y Randy ya la había interpretado, dentro de la gira qu eestos están realizando por nuestro país -en Madrid y Barcelona, concretamente-, pero esta era la primera vez que se enfrentaba al tema ella sola. Eso sí, en las pantallas que le servía de soporte gráfico a sus espaldas, las imágenes de un videoclip que, por si no has tenido tiempo de disfrutarlo desde que el tema saliera hace poco menos de un mes, te dejamos por aquí abajo.

Sin dejarse arrastrar por las tendencias

Y sí, ella es el centro del foco, pero siempre dando el espacio necesario para que brille un equipo que tiene alrededor. Ese que da siempre el do de pecho en cada concierto. Hablamos de la banda Rock in Girls. Todo mujeres. Todas virtuosas de lo que tocan. Con Angie Lofer a los mandos de la dirección musical y a los de ese teclado que hace sonar para que empaste de manera precisa con la boz de Lorena, han sido capaces de formar un todo que suena como suena.

Natural. Auténtico. Sin necesidad de los artificios de la tecnología, tan de moda ahora, con los autotune y demás atajos para llegar más rápido, pero nunca tan profundo como cuando nos encontramos con alguien que siempre ha tenido clara una cosa: su música y su voz son tan suyas, que no está dispuesta a dejarse arrastrar por modas ni tendencias. Quizás el camino sea más largo así, pero quienes amamos el sonido desde la pureza, lo agradecemos.