Tamara Falcó y el traumático suceso que vivió de pequeña: "Mi padre pensó que me había sacado un ojo"
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Tamara Falcó se ha consolidado como la reina indiscutible del panorama 'celebrity'. Con un carisma y estilo inigualables, todo lo que toca se transforma en oro, y cada una de sus declaraciones se convierten rápidamente en el centro de la atención mediática.
Su habilidad inherente para atraer los focos y generar tendencias la ha convertido en todo un ícono de nuestro país, donde su influencia va más allá de las redes sociales y las alfombras rojas. Desde su éxito en la moda y el panorama empresarial hasta su participación en programas de televisión, como 'El Hormiguero', donde es una de las colaboradoras más queridas.
Es precisamente allí donde la artista muestra su faceta más personal y relata las anécdotas más íntimas de su vida, abriendo una ventana nunca antes explorada.
EL SUCESO MÁS TRAUMÁTICO DE SU VIDA
Ayer, 27 de junio, el programa emitió su último episodio de la temporada, y, por supuesto, Tamara Falcó no quiso perderse el cierre, confesando que "me da mucha penita, me da morriña...Ya me he acostumbrado, esto es parte de mi vida, os voy a echar de menos. Me siento muy afortunada por estar aquí".
Los tertulianos aprovecharon para compartir sus planes de verano. Aunque la empresaria no reveló su destino de vacaciones, explicó que en los próximos días se dedicará a aprender el método "Marie Kondo". Un peculiar plan con el que busca "tener mi vida ordenada".
Posteriormente, la conversación en la mesa cambió de rumbo. Tras ver un video de un perrito que, asustado por los cristales, no se atrevía a cruzar la puerta para entrar en la casa, Tamara Falcó reveló uno de los sucesos más traumáticos de su vida, la mordedura de un perro en la cara. "Mi padre pensó que me había sacado un ojo. ¿Me dan miedo los perros? No, me encantan", ha dicho explicando que a pesar de ese suceso le encantan los perros.
UN TRANQUILO MOMENTO PERSONAL
Después de haberse casado hace casi un año con el empresario Íñigo Onieva, la tertuliana disfruta de un momento de absoluta estabilidad: "Aún sigo como en la fase de la luna de miel. Estoy un poco en la nube". Aunque se enfrenta constantemente a preguntas sobre un posible embarazo, la presentadora mantiene la calma y prefiere enfocarse en disfrutar de su reciente matrimonio y la estabilidad que este le está aportando a su vida.
Aún así, Tamara no duda en hablar públicamente sobre este deseo de ser madre: "Por supuesto, me encantan los niños y me encantaría formar una familia, lo he dicho siempre, pero no creo que fuera una persona amargada si no sucediera". Miestras esto se hace realidad, la pareja está centrada en su próximo proyecto profesional: "Lo ha trabajado muchísimo y es una gozada verlo realizado. Fue emocionantísimo cuando la gente se sentó en el restaurante por primera vez y empezó a probar el menú. Vi el proyecto desde que solamente era un concepto y, de repente, ya está funcionando. Íñigo ha hecho un gran esfuerzo para llevarlo a cabo".
