Ana Obregón vuelve a sonreír: las fotos que llevábamos esperando más de un año y el hombre responsable de ello
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Han pasado más de 14 meses desde que a Ana Obregón se le apagó la vida y se sumió en la más profunda de las tristezas. 14 meses del dolor inaguantable de haber perdido a Álex Lequio, el único hijo que tenía. El mismo que se veía acentuado, como si le clavasen una lanza en el pecho, el pasado mes de mayo, cuando fallecía su madre. A lo largo de esos 14 meses, han sido muchos los mensajes que ha dejado en las redes sociales. Y ha realizado alguna que otra aparición televisiva. En concreto, dos: la primera, para dar las Campanadas, de la mano de TVE y junto a Anne Igartiburu como escudera; la segunda, como investigadora invitada en 'Mask Singer'. Las imágenes que se habían sacado de ella hasta la fecha, reflejaban ese sufrimiento con el que carga desde el 13 de mayo de 2020.
Hablamos en pasado, porque acaban de salir unas fotografías que, a buen seguro, son las que estaba esperando toda la gente que la quiere. Unas en las que se puede ver, de nuevo, esa sonrisa inconfundible de uno de los personajes públicos más queridos del panorama nacional. Porque Ana ha sido un icono para varias generaciones, y aún debe de serlo para algunas más. Así que, las fotos que publica este miércoles la revista 'Semana' han sido un auténtico soplo de aire fresco para quienes la quieren de verdad.
Ana está en Mallorca, esa isla que siempre ha sido refugio familiar vacacional y que, sin embargo, ahora le trae ciertos recuerdos que le revuelven las entrañas. Allí es donde ha sido 'pillada', en Costa de los Pinos, disfrutando de ese entorno en las que tantas veces ha realizado esos posados con los que todos dábamos por comenzado el verano. Porque, antes de que la Obregón apareciera radiente enfundada en su traje de baño, no nos engañemos, no era verano para nadie. De este modo, este 2021, y tras verla de nuevo en bañador, podemos decir que ahora sí damos el pistoletazo de salida oficial a la época estival.
En las imágenes se ve a una Ana espectacular con un bañador blanco y, a su lado, un hombre que ha sido capaz de arrancarle esa sonrisa que parecía haberse perdido en el tiempo, escapado junto con la pérdida de su hijo. Se trata de su mejor amigo: Raúl Castillo. Él ha sido su paño de lágrimas y al que le ha dejado capturar ese momentazo de su posado veraniego. Nadie más que él se merecía este guiño a aquellos tiempos mejores, sobre todo, después de haber sido uno de los pilares maestros sobre los que tratar de sostenerse tras el zarpazo más cruel que le ha dado la vida.
Poco a poco, Ana intenta regresar a unas rutinas que, no nos vamos a engañar, nunca serán lo mismo. Porque, a pesar de que se diga que el tiempo todo lo cura, nadie es capaz de sobreponerse a la muerte de un hijo. Eso sí, se le puede poner una buena actitud para intentar acolchar el golpe. Eso es justo lo que está haciendo ella a través de esos pequeños trabajos con los que distrae la mente y permitiendo el lujo a su círculo más cercano de verla sonreír de manera esporádica, como en estas fotos que nos acaban de alegrar la semana. Y el verano.
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