Continúa la mala racha de Tamara Gorro: del hospital con Garay al ingreso de urgencia de su hijo Antonio
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Tamara Gorro no gana para disgustos. Después de viajar esta semana hasta Gijón para estar junto a su marido Ezequiel Garay y acompañarle mientras le operaban de una grave lesión, ahora ha tenido que coger un avión de vuelta a Valencia, ciudad en la que vive. Y no ha sido por algo bueno sino por el repentino ingreso hospitalario de su hijo Antonio, de dos años. Todavía se desconocen las causas ya que hasta que no hable con los médicos ha querido mantener la calma y ser prudente, pero desde luego se ha llevado un tremendo susto al enterarse.
La operación del futbolista ha sido todo un éxito y no ha tenido ninguna complicación pero le esperan varios meses por delante de duro esfuerzo para recuperar la forma y poder volver al campo. Cuando parecía que las aguas se calmaban, una nueva piedra se ha cruzado en su camino, esta vez con su hijo de dos años como protagonista. Es el niño de sus ojos y, aunque estuviera en buenas manos, no ha dudado ni un segundo en coger el primer avión y viajar hasta Valencia para estar junto a él en este momento tan delicado.
"Tengo la mente bastante aturdida", ha explicado a su familia virtual, como ella llama cariñosamente a sus seguidores. No ha podido ocultarles este nuevo episodio de su vida ya que comparte todo con ellos, además, cuando salió de Gijón había prensa esperándole a las puertas del hospital por lo que la noticia no tardaría en trascender y ha preferido ser ella misma la que lo contara. “Había compañeros de prensa que estaban esperando la salida de Ezequiel y no me parecía necesario que os tengáis que enterar por nadie cuando yo soy una tía que me caracterizo por decir las cosas directamente", ha explicado a través de sus historias de Instagram. Visiblemente agotada por tantas horas de incertidumbre y de viaje en tan poco tiempo, ha querido agradecer a todos las muestras de cariño y ha afirmado que en cuanto sepa algo nos lo contará.
Eso sí, si hay algo que le caracteriza es que aunque tenga mil problemas y haya cosas que descoloquen su vida por completo, siempre se mantiene positiva y busca el lado bueno a todo. "Voy a despejar estas piedras en el camino, que se siguen sumando, porque todas las piedras vienen de golpe", ha reconocido. ¡Mucho ánimo, Tamara! Esperamos que todo haya quedado en un susto y que el pequeño Antonio se recupere pronto.
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